lunes, 29 de marzo de 2010

Un gol cada 145 minutos

El rendimiento de Valdés, clave para el Barça

Aún siendo buenos los números ofensivos del Barça esta temporada: 71 goles en 29 partidos, 2.44 de media o, lo que es lo mismo, un gol cada 36 minutos de juego, éstos son levemente peores que los de la anterior, donde promedió 2.76 goles por partido. Sin embargo, donde destaca el conjunto azulgrana es en su rendimiento defensivo. Valdés ha encajado tan sólo 18 goles en 29 partidos, un gol cada 145 minutos. El año pasado encajaba un gol cada 47 minutos.
Es realmente complicado hacerle ocasiones al equipo de Guardiola: tiene el balón el 70 % del tiempo efectivo del partido, lo cual implica que, como el tiempo efectivo de un partido son unos 60 minutos, el rival dispone sólo de 18 minutos para atacar. Además, suele tener el balón en campo contrario, lo que obliga al rival a recorrer grandes distancias para llegar a la portería de Valdés cuando lo roba.
Y en caso de que lo haga... ahí está Valdés. Quién sabe lo que hubiera sucedido en los últimos partidos de no mediar la brillante actuación del portero azulgrana: Barça-Osasuna, mano a mano con Vadocz, salva Valdés. Mallorca-Barça, Aduriz dispara al palo y Valdés salva el tiro de Gonzalo Castro. Barça-Valencia, con 1-0 en el marcador Valdés salva un mano a mano a Zigic.
Valdés es un portero ideal para un grande:
Juega bien con los pies. Con Van der Sar el mejor en este aspecto. Se podrá decir que algunos errores suyos en el juego con los pies le han costado goles al Barça: aquél de Villa en Valencia o el del año pasado de De la Peña en el Camp Nou. Pero si el Barça no rifa nunca el balón atrás es porque los defensas tiene confianza para dar el balón a su portero. Puede suponer algún gol en contra, pero es rentable a la larga.
Es valiente en el juego aéreo. El Barça tira su línea defensiva lejos de su portería en faltas laterales. Si a esto únimo que Valdés es decidido y seguro a la hora de salir, se obtiene como resultado que el Barça es casi inexpugnable en faltas laterales. En saques de esquina la cosa cambia, el Barça los defiende bien, pero en un corner siempre hay riesgo de rechazos o simplemente, que un delantero le gane la partida a la defensa, como hizo Cisma en Almería.
Está siempre en el partido. Pese a las pocas veces que le llegan, aparece cuando le toca. Algunas de sus paradas han sido claves en la historia reciente de Barça: ante Drogba en semifinales de Champions el año pasado, frente a Henry en la final de la París, ante Cristiano en el último clásico, o contra Drenthe en el penúltimo.
Si además vendiera seguros...