España deja en evidencia a Francia con un desgaste mínimo
Francia salió tocada del encuentro del miércoles en Saint Denis. Y Domenech y Henry no digamos. España, con muy poquito gasto, limitándose a circular con parsimonia el balón sin apenas arriesgar, esperar paciente el error del rival y no equivocarse en defensa, fué capaz de poner a la afición parisina en contra de su selección, que dio muestras de ser un equipo roto y sin estilo, hecho este último muy preocupante teniendo en cuenta que quedan sólo tres meses para el Mundial. Aunque lo de Francia no es nada nuevo. Durante la pasada Eurocopa y en la fase de clasifición para Sudáfrica ha protagonizado con frecuencia partidos como el del miércoles, y si finalmente va al Mundial es por la mano de Henry y por los errores de Duff y Keane ante Lloris. Francia es un conjunto con jugadores aceptables, algunos hasta muy buenos como Ribery o Gourcuff, pero que siempre da la impresión de que es la primera vez que juegan juntos, e incluso, de que los han presentado cinco minutos antes de que empezase el partido. Es evidente que no tienen la calidad de la gran Francia de finales de los 90, pero parece claro que teniendo un plan definido podrían ser cuanto menos un equipo difícil. Y eso es justo lo que no fue: en ataque apenas apareció, sólo un par de escarceos de Anelka y el cabezazo final de Malouda.
Capítulo aparte merece Henry: ha deslumbrado durante una década gracias a su físico, pero sus piernas parecen haber dicho basta. Y sin físico, en el fútbol de alto nivel, no hay nada que hacer. Y más en su caso: otros que hayan vivido de la pegada, de la intuición o de la pillería, pueden alargar su carrera, pero la potencia se va y no vuelve más.
España no hizo su mejor partido, pero un poco de esta España es más que suficiente ante la Francia actual. El balón circuló sin la velocidad de otras veces, aunque nunca se perdió en posiciones comprometidas: Piqué, Sergio Busquets y Xabi no se complicaron en la salida y Cesc, Silva o Iniesta tendrá mejores días. Como la diferencia de calidad era clara y Francia no inquietaba sólo había que esperar. Villa no falló y cada vez está más cerca de Raúl.
En la segunda parte el temple de Xavi, la verticalidad de Torres y el ritmo vertiginoso de Navas mostraron que España puede mostrar varios perfiles. En el Mundial deberá hacerlo. De Francia no se sabe que tenga planes B. Ni tampoco plan A.
Recordó a esos partidos que juegan a veces el Barça o el Madrid, en los que ganan sin tener su mejor día y da la impresión que no han tenido rival. Tampoco se puede exigir más, hay muchos frentes abiertos: Liga, Champions, Premier... España ganó, no hubo lesiones y pareció que tampoco desgaste. No era día para pedir más. Ese día llegará pronto.