jueves, 29 de abril de 2010

Orgullo intacto

El Barça cayó donde y como caen los grandes
Aún siendo un día difícil y propicio para buscar excusas o echarle la culpa a la suerte, no merece la pena hacerlo. Ayer la suerte fue esquiva como otras veces fue favorable. El gol de Iniesta del año pasado no entro éste. O entró y fue anulado, da igual.
El Inter hizo su partido y le salió bien. Enhorabuena. Al fútbol se puede jugar de muchas formas y la de ayer del Inter es una de ella. También en la vida se puede tener un espíritu noble o ser un indeseable, y todos conocemos a indeseables a los que en la vida les va bien. Es cierto que si todos los equipos del mundo jugaran como el Inter ayer el fútbol habría desaparecido hace tiempo, pero la sonrisa hoy está en la cara de los neroazzurros.
Es tiempo para que sus seguidores estén orgullosos del Barça. De un equipo que muere, como mueren todos menos uno en cada competición. Pero que no lo hace de cualquier manera. Lo hace dándolo todo, con el equipo al completo en el área rival. 
Es tiempo para que los cúles estén orgullosos de tener un equipo que no sólo quiere ganar, sino que intenta llegar hasta la victoria mediante un estilo único e irrenunciable. De uno de los pocos equipos del mundo que tiene una forma de jugar propia, atractiva y fácilmente reconocible. De un equipoque tiene que ser extraordinariamente bueno para provocar que grandes como Inter, Chelsea o Madrid renuncien a jugarle de tú a tú. De un equipo que, si pierde la Liga, lo hará forzando a su rivala batir el record histórico de puntos para conseguirlo.
Es tiempo para no renunciar al estilo. Mourinho lleva años entrenando a los equipos más poderosos del mundo y haciendo planteamientos como los de ayer. En esos años el Barcelona ha ganado dos Champions y él, ninguna. Benítez llegó al Liverpool, le hizo jugar mal, y ganó la Champions. Siguió haciéndole jugar mal y, efectivamente, no volvió a ganar nada.
Es tiempo para que los culés se sientan orgullosos de jugadores cuyo nivel de implicación con el equipo es total. De jugadores que abandonan el campo con lágrimas en los ojos tras una eliminación. Orgullosos de un entrenador valiente, trabajador y elegante por más que algunos se empeñen en manchar su imagen.
Es tiempo para que los culés se sientan orgullosos de ser el único grande de Europa en el que forman con frecuencia seis, siete y hasta ocho jugadores formados en su cantera. Sin su aparición, y sin el trabajo previo de formación, hoy el Barça no podría competir al nivel que lo hace.
Es probable que este año no se gane nada. Sólo queda la liga y las condiciones para afrontar el tramo final no son las mejores. El calendario no es excusa, hay que jugar con todos, pero la acumulación de partidos resultará clave. Después del mazazo de ayer hay que jugar dos partidos en seis días, con sólo dos de descanso entre partido y partido. A cosas como ésas se refiere Guardiola cuanto repite que "No nos van a regalar nada". Además, el Barcelona llega con el piloto de la reserva encendido. En un post reciente ya escribí acerca de que algunos jugadores blaugranas van a disputar 140 partidos oficiales en 2 años.  Pero ser grande implica ir a por a todo, sin tener en cuenta los peajes que haya que pagar.
Y aunque no se gane nada, al día siguiente volverá a amanecer. Y al siguiente. Y Xavi, Iniesta, Messi, Piqué, Valdés, Busquets, Alves y compañía seguirán jugando en el Barça. Y vendrán nuevos y buenos jugadores para acompañarlos. Y Guardiola los dirigirá. Y en agosto habrá ilusión y, si se sigue en la misma línea, los buenos resultados llegarán.

miércoles, 21 de abril de 2010

Control sin profundidad no sirve de nada

El Inter impuso su estilo y fue justo vencedor

Fué una lucha de estilos. Al fútbol se puede jugar de muchas formas, todas lícitas si no llevan aparejadas el uso de la violencia. El Barça intentó imponer su fútbol de toque y asociación. El Inter jugó a aprovechar los errores del rival, aprovechando las pérdidas para generar ataques rápidos y evitando así la presión del Barça. Se enfrentaba dos grandísimos equipos y sólo uno podía ganr. El estilo de los italianos se impuso y por eso ganaron el partido.
¿Causas? El Barcelona tuvo la posesión, como era de esperar, pero la velocidad a la que lo hizo circular fue lenta. Lentísima. Guardiola se desgañitó pidiendo a sus jugadores una circulación más rápida, pero éstos insistieron en trasladarlo. Y por encima de todos, Messi. Una conducción excesiva suya provocó una pérdida de balón que dio lugar al gol de Maicon. Tampoco Alves tuvo su mejor noche, empeñado en no centrar a la primera y no devolver el
balón atrás para seguir jugando cuando llegaba cerca del área, de manera que todos sus centros fueron balones bombeados con escasa fuerza que Lucio y Samuel rechazaban sin dificultad. Sin embargo, sospecho que la mayor parte de las críticas serán para Ibra. ¿Por qué? Porque, como en el resto de facetas de la vida, lo fácil es echarle la culpa al nuevo, al diferente. Para mí no jugó mal, ni bien, y no es culpa suya que no le llegaran balones.
El Inter, que pareció apático al inicio del partido, se metió en el mismo tras el gol de Pedro. Cada recuperación iba seguida de un rápido pase a la espalda de la defensa azulgrana con Schneider como lanzador estrella. Con esto se cumplían dos objetivos: no se daba opción al Barcelona a presionar en el centro del campo ni a colocarse y, por supuesto, se ganaban muchos metros. Encomiable el trabajo de Milito tirando desmarques y el de Etoo y Pandev echando una mano atrás.
El Inter lo hizo mejor, es cierto, pero no convendría tampoco sacar de este partido conclusiones grandilocuentes como que el fútbol de toque está reñido con el resultado y que jugar partiendo de la premisa de tratar bien el balón carece de utilidad. Pero también juegan así Liverpool, Chelsea, Juve y tantos otros que no han llegado tan lejos.
Echa mano la prensa deportiva de hoy del árbitro para explicar parte de la derrota. No estoy de acuerdo. Para mí sus principales errores los cometió a la hora de mostrar tarjetas: las tarjetas a Busquets, Puyol y Piqué son injustas y perdonó alguna al Inter: por ejemplo, a 
Maicon por una entrada sobre Pedro. Pero estas tarjetas no conllevaron expulsiones por lo que su importancia no fue decisiva. En cuanto al gol de Milito, es cierto que es fuera de juego, pero no es menos cierto que la jugada es rapidísima y el fuera de juego es por 30 o 40 centímetros, no es fácil de ver. Y respecto al penalti de Alves, la opinión unánime es que debió ser señalado. A mí me dio esa impresión en directo, pero viendo la repetición pienso sinceramente que Alves se tira. Así lo vi.
Queda la vuelta. Mal haría el Barça en empezar a buscar excusas en vez de buscar soluciones.

lunes, 19 de abril de 2010

Orgullosos, en cualquier caso

Las circunstancias no favorecen al Barça en la lucha por los títulos
El Barça se encuentra en disposición de hacerse con los dos títulos más importantes en disputa, la Liga y la Liga de Campeones. Lo que no sería lógico decir es que se encuentra en una posición envidiable para conseguirlos:
Va a tener que disputar 9 partidos en 34 días, 7 de Liga y 2 de Liga de Campeones.
Viene de disputar 60 partidos la pasada temporada y ésta va a disputar, como mínimo, 59. Si se tienen en cuenta los partidos de selección, clasificación para el Mundial, Juegos Olímpicos y Copa Confederaciones, hay jugadores del Barcelona que habrán disputado ¡140 partidos! en dos años. Una sucesión inacabable de partidos en los cuales no se podía fallar: no se podía fallar en la Liga pasada, no se puede fallar en esta, no se puede fallar en partidos de eliminatoria y menos en las finales. El desgaste es brutal. No hay margen para el error ni para el descanso: se debe afrontar un examen complicado cada tres días. Y así durante dos años. Y la mayoría superados con nota.
Por si lo anterior fuera poco, o probablemente provocado por lo anterior, destacados jugadores del conjunto azulgrana se encuentran lesionados o saliendo de lesiones.
Keita dijo hace semanas que no veía los partidos del Madrid porque le daba la impresión de que los rivales no se empleaban a fondo. Yo no diría eso, pero sí es cierto que, en Liga, cuando un equipo juega contra el Barça juega a que no le gane, a que el Barça no juegue, un empate es un gran premio. Se amontonan atrás o presionan a muerte arriba. No sucece lo mismo contra el Madrid. Ver los planteamientos del Valencia, del Español o del Atlético contra Madrid y Barça es como ver dos deportes diferentes.
Como las desgracias no vienen solas, el Barça se ve obligado a viajar a Milán en autobús. Once horas de autobús no son lo ideal para recuperarse del esfuerzo ni para preparar un partido. Las posibilidades de lesión muscular en el partido de San Siro serán elevadísimas. Y ya se verá si puede volver en avión. La pregunta es: si en vez del Inter, la semifinal hubiese sido contra el CSKA ¿Habrían tenido que ir a Moscú en autobús?
Pase lo que pase: se haga doblete, se gane un título o no se gane nada, los seguidores del Barça tienen motivos para sentirse más que orgullosos de su equipo. Un equipo que lleva dos años jugando a un nivel muy superior al de cualquier otro equipo en Europa. Un equipo que, gane o pierda, juegue mejor o peor, nunca se va de los partidos, siempre lo da todo y compite a buen nivel. Que está formado por jugadores cuyo nivel de compromiso e identificación con el club está fuera de duda. Un equipo que, aunque no gane nada, ha dado ya muchas noches de alegría a sus aficionados esta misma temporada. Y un equipo que llega a final de temporada luchando por todo: eso es lo que hay que pedir, llegar a mayo con opciones de luchar por los títulos. El barcelonista debe disfrutar de la semifinal de Champions. Aunque últimamente se haya acostumbrado a jugarlas. Estar entre los cuatro que llegan a la fase definitiva es ya motivo de alegría por sí mismo. Que al final se gane o no, puede depender de una sola jugada. Y en una sola jugada puede pasar cualquier cosa.

¿Agresividad o dureza?

La actitud del árbitro marca muchas veces la diferencia entre una y otra

Ocurre con frecuencia en partidos que, a priori, se prevén duros o difíciles de arbitrar, como los derbis o partidos con mucho en juego por la zona alta, que el árbitro se marque como objetivo que el partido no se convierta en un carrusel de tarjetas y posibles expulsiones y, para conseguirlo, pone el listón muy alto a la hora de mostrar tajetas. Si un árbitro termina un partido complicado con varias expulsiones alguien alegará que se ha cargado el partido. Por el contrario, si lo termina con todos sobre el campo se dirá que ha sabido sacar adelante un partido complicado.
¿A quién beneficia esta actitud contemplativa? A quien menos intención tiene de tener el balón y, obviamente, a quien más faltas hace. El Barcelona ha sufrido estas actuaciones en su dos últimos desplazamientos ligueros, donde sus rivales han recurrido a frecuentes faltas para frenar las combinaciones culés. En el Bernabéu el Real Madrid realizó 29 faltas por 15 del Barcelona. ¿Balance de tarjetas? Empate a cuatro. En Cornellá también el Español realizó más faltas que el Barcelona, 21 a 16. 4 tarjetas para los barcelonistas, 3 para el Español. En ambos casos han arbitrado colegiados veteranos, Mejuto y Undiano, de ésos que saben "sacar-adelante-los-partidos".
La consigna es clara, en cuanto el Barça logre realizar dos pases seguidos y la jugada se acelere, faltita. Después de la faltita, un pequeño desplazamiento de balón para que no se pueda sacar rápido o protesta por la falta con el mismo objetivo. Que no se juegue. Y cuando por fin se saca alguna tarjeta, se debe insistir al árbitro en que "las-nuestras-son-todas-tarjeta-pero-las-suyas-no" de manera que a la siguiente falta del equipo que quiere jugar el árbitro compense. No son actuaciones arbitrales con errores graves, no hay penalti pitado o sin pitar, un gol en fuera de juego bien o mal anulado, no influye decisivamente en el marcador, pero sí en el juego. No hay polémica. El equipo en cuestión se habrá empleado con agresividad, sí, pero "dentro-de-los-límites-del-reglamento".
Absténganse de poner en práctica este tipo de estrategias equipos modestos en partidos que no sean de máxima rivalidad. En esta misma jornada el Sporting fué a Sevilla, no dio una mala patada y acabó con dos menos. Unos son duros y otros agresivos. ¿Dónde está la diferencia? En la actitud del que pita. Es una constante en los partidos del Barça hacer menos faltas que el rival y acabar con las mismas tarjetas. Un caso paradigmático es el de Piqué: llegó al partido del Bernabeú habiendo hecho 8 faltas en lo que iba de temporada. Resultado: seis amarillas y una roja. Un duro.

lunes, 12 de abril de 2010

El faro de occidente

430M€ para olvidar a Del Bosque

Hubo una vez un presidente que después de tener a su equipo con varios millones de eurosde superávit por un asunto todavía no demasiado claro, los dilapidó dejando a ese club con unos 200M€ de deuda. Anteriormente, como creía que el único responsable de los éxitos de su club era Él, había echado al entrenador y al capitán de aquel exitoso equipo el día después de ganar la Liga (eso fue lo último que ganó, por cierto, hace ya siete años). Como resultado de esa decisión y tras gastarse a partir de entonces 150M€ en fichajes de dudoso rendimiento, buscó en cinco entrenadores al sustituto del que había despedido, sin obtener resultados positivos. Tres años después de aquella polémica decisión, en los cuales su equipo no ganó nada, presentó su dimisión. El desglose de fichajes y entrenadores de aquella época aparece más abajo.
En su ausencia, ése equipo ganó dos Ligas consecutivas, pero un escándalo ajeno a lo deportivo provocó la justificada dimisión del presidente que lo había sustituido. Cualquiera que haya leído con atención la historia pensará que el sujeto protagonista de la misma no tendría la caradura de presentarse a las siguientes elecciones y que, caso de hacerlo, los socios del equipo castigarían en las urnas sus antiguos desmanes. No sólo no fue así, sino que la masa lo devolvió de nuevo a la presidencia, humillando y apartando de la carrera electoral a todo aquél que osara hacerle frente.
Se podría aducir como disculpa que nuestro protagonista había extraído valiosas conclusiones de su pasado y que no iba a repetir viejos errores. Error:
Si antes había gastado más de 150M€ en tres ejercicios, ahora gastó casi 250M€ en menos de un mes.
Se había marchado lamentando su error de llenar el vestuario de estrellas consentidas y, al volver, en menos de un mes volvió a llenarlo.
¿Qué colaboradores buscó para esta nueva aventura? Sangre nueva, nuevas ideas... No. Los mismos compañeros de viaje que había tenido en su experiencia anterior.
Al ver que su comportamiento en esta nueva etapa era calcado al que tan malos resultados había dado al final de la anterior, pensará el lector que los socios se rebelarían al percatarse que estaba tropezando de nuevo con la misma piedra. Nuevo error. Si alguien (creo que hubo dos o tres locos)se atrevía a decir que el rey iba desnudo, era inmediatamente contestado con poderosos argumentos, como por ejemplo, que todos esos fichajes eran rentables económicamente (utilizando para realizar esos cálculos ingresos que ya generaba el club sin necesidad de esos fichajes) o que, y éste me gusta particularmente, que se había visto obligado a realizar en un año las inversiones correspondientes a tres ejercicios para contrarrestar el dominio de su rival. La falsedad de este argumento es hoy evidente, ya que se anuncia una inversión de calado semejante para el próximo verano. Además, la masa que aupó al héroe a la presidencia se mofaba del resto de clubes que, mortales ellos, se conformaban con inversiones más modestas o que se veían obligados a traspasar a un jugador para poder contratar a otros.
Hoy nuestro héroe está cerca de sumar una cuarta temporada en blanco, color que, según dicen los que le conocen bien, es el que más le atrae. 0 de 12. En el mejor de los casos, 1 de 12.
Juan Domingo Perón está considerado como uno de los padres del "populismo" que tanto éxito tiene hoy en muchos puntos Sudamérica, donde ha generalizado la pobreza y la falta de libertad. En la década de los 50 los peronistas gritaban en Argentina "Aún degenerado y ladrón, nos quedamos con Perón".
Pues eso.

2003-04
Beckham 35
Entrenador: Queiroz
2004-05
Samuel 25, Owen 12, Woodgate 22, Gravesen 3,5
Entrenadores: Camacho, García Remón y Luxemburgo
2005-06
Robinho 25, Pablo García 4, Diogo 6, Baptista 25, Ramos 27
Entrenadores: Luxemburgo y López Caro
2009-10
Cristiano 96, Kaka 63, Benzema 35, Albiol 15, Xabi Alonso 30, Granero 4, Arbeloa 4
Entrenador: Pellegrini

Guardiola 2.0

El Barcelona muestra esta temporada una virtud que la anterior sólo insinuo, la versatilidad

Repite Guardiola con frecuencia que es más difícil lo que está haciendo el Barça este año que lo que hizo el año anterior. En la primera vuelta de la temporada pasada todo iba rodado: el equipo repetía su 4-3-3 con la defensa muy adelantada, dos extremos abiertos y la presión y la posesión como banderas. Nadie sabía muy bien como hacer frente al Barcelona.
Pero algunos equipos empezaron a encontrar fórmulas: el Madrid en el Camp Nou, el Atlético en el Calderon o el Chelsea en Champions pusieron en serios aprietos a los blaugrana. El sota, caballo y rey ya no siempre funcionaba. Guardiola se vio obligado a buscar soluciones y las aplicó en los dos partidos clave: el clásico liguero del Bernabéu y la final de Roma. Misma solución en ambos casos: Messi al centro y ligeramente retrasado
para facilitar su asociación con Xavi e Iniesta y quitar referencias a los centrales y Etoo
a la derecha. Las diagonales de Henry y el camerunés resultaron decisivas en ambos partidos.
Pero la fórmula de la criptonita del Barça ya se había inventado y sólo había que copiarla o
mejorarla. Guardiola debía perfeccionar el antídoto. Y no sólo lo perfeccionó sino que desarrolló varios. El Barça mantiene sus señas identitarias, presión y posesión, pero se han multiplicado los recursos posicionales en función de la disposición del rival.
Ibrahimovic. El sueco le da una solución más al Barça. Si la presión del rival es buena, balón largo al sueco, éste lo echa al suelo y a jugar.
Messi detrás del punta y dos extremos. Los centrales no pueden salir porque se tienen que ocupar del punta y se mantiene el campo abierto. Resultado: Messi dispone de mucho más espacio con las consecuencias ya conocidas.
Más variantes en medio campo. El curso pasado el Barça jugaba siempre con centro del campo de tres: Xavi, Touré/Busquets y Keita/Iniesta. Este año, aún manteniendo esa fórmula como primera opción, se ha combinado con otras. Sólo dos centrocampistas con cuatro jugadores por delante, cuando conviene ser directo, o bien cuatro centrocampistas puros cuando no es necesario arriesgar, como en la segunda parte ante el Arsenal: Busquets, Touré, Keita y Xavi, con dos delanteros con mucha movilidad por delante.
Recursos defensivos. El Barcelona ganó la final de Roma sin poder contar con Alves por sanción. Puyol dejaba menos huecos a sus espaldas que Alves y eso hizo que Cristiano y Rooney dispusiesen de menos espacio. En el Madrid no estaba Rooney pero sí Higuaín. Si salió bien en mayo pasado no tenía porque salir mal en el Bernabéu. Y así fue. En la segunda parte cambió y Alves volvió al lateral, pero no se incorporó al ataque con la misma frecuencia que en otras ocasiones, de manera que la consigna principal, no dejar huecos en las espaldas, seguía compliéndose.
Lluvia fina. El Barcelona del año pasado avasallaba. Y cuando no podía hacerlo lo pasaba mal, como ante el Chelsea. Solución: la paciencia. Tener el balón sin perderlo en posiciones comprometidas y esperar a que el movimiento genere la oportunidad. Y mientras tanto, el rival se va cansando. El Barcelona genera entonces menos ocasiones, y llega menos al área, pero las ocasiones creadas son más claras y se arriesga menos el balón, lo que provoca menos sufrimiento atrás. Resultado: algún gol menos a favor y bastantes menos en contra.
Los resultados no han variado. Los principios básicos tampoco. Y conviene tener en cuenta que los partidos se deciden por detalles.

viernes, 9 de abril de 2010

Se juega como se es

Guti, el genio ciclotímico

Aunque más tarde lo dijeron también otros, al primero que le escuché decir que se juega como se entrena fue a Vicente Cantatore. Yo digo más: se juega al fútbol como se es. Pon a jugar un partido a un niño de doce años que le guste el fútbol y un cuarto de hora después, a poco que uno se fije bien, podrá decir con muy poco riesgo de equivocarse cómo es ese niño.
Viendo la manera de relacionarse con compañeros y rivales es sencillo apreciar si es egoísta o no, si tiene capacidad de liderazgo o, por el contrario, se deja llevar, si es tranquilo o temperamental, si tiene suficiente autoestima, si respeta al diferente...
Observando lo que hace con el balón, independientemente de que juege mejor o peor, se puede ver si es inteligente o no, si es consciente de sus limitaciones e intenta hacer lo máximo pero sabiendo lo que no debe intentar o si muestra afán de superación.
Habrá quién diga que todo esto no tiene ningún sentido, pero en el fútbol de alto nivel abundan los ejemplos. ¿Alguien duda de que el carácter de Cristiano Ronaldo no se refleja en su juego? En lo positivo tiene una confianza en si mismo brutal, es ambicioso y consciente de tener unas cualidades espectaculares. Pero también es egocéntrico y pretencioso. Prefiere fallar él a dar a un compañero la posibilidad de que acierte. Su equipo gana la Copa de Europa y el llora porque falló un penalti. ¿Se puede pensar que jugadores que manejan el balón con la tranquilidad de Xavi, Iniesta o Busquets son personas nerviosos en el resto de facetas de su vida? Es absurdo, sólo es necesario escucharles hablar. ¿No juegan Alves, Robinho o Ronaldinho con la misma alegría con la que viven? Es más, cuando por la circunstancia que sea no tienen alegría en su vida cotidiana, ¿no se resiente su juego? ¿Y no es Raúl un ejemplo de persona inteligente y con una capacidad de superación admirable que, con unas cualidades limitadas, ha logrado llegar y mantenerse en lo más alto?
Pero, sin duda, Guti es el ejemplo más exagerado de futbolista que juega como es: cuando está centrado es capaz de hacer cosas que nadie más hace y cuando "se le cruza el cable" puede perder el partido él solo. Incluso puede mostrar esas dos caras en un mismo partido. Es un ciclotímico de manual: pasa de cero a cien a la misma velocidad que de cien a cero. En su vida personal es igual: se casó y se separó de la misma mujer no se sabe cuantas veces. Te quiero, te odio y te vuelvo a querer. En una entrevista en Canal + dijo que no quería irse nunca del Madrid ni de Madrid, que quería jugar en el Inter y que cuando se retirase quería comprarse una moto e irse a vivir a Tailandia. Y esas tres cosas, contradictorias y excluyentes, las dijo en sólo tres minutos.
Ser ciclotímico no es equivalente ni está relacionado con lo que vulgarmente llamamos tener mala cabeza. De hecho Guti, aparte de ambición y capacidad de liderazgo, ha demostrado tener un importante espíritu de superación y capacidad para adaptarse a los cambios de circunstancias, cualidades que son propias de personas luchadoras e inteligentes. Cuando era mediocentro llegaron al Makelele y Flavio. Al ver que no tendría hueco ahí se adaptó al puesto de enganche. Entonces llegó Zidane y Guti se buscó un puesto de delantero centro, donde rindió a gran nivel a pesar de que sus cualidades no eran a priori las más indicadas para ese puesto. Y entonces el Madrid fichó a Ronaldo. Desde ese momento ha jugado en todas las posiciones desde el mediocentro en adelante rindiendo a buen nivel... cuando ha estado centrado.
Si finalmente abandona el Real Madrid, ya hemos visto que cambiar de opinión no es lo que más le cuesta, los blancos perderán gran parte de la poca imaginación que tienen el centro del campo. Y la imaginación no abunda en el fútbol de hoy. Y si con él se va Raúl, poco quedará de lo que ha hecho competitivo al Madrid en los últimos años: su espíritu.

jueves, 8 de abril de 2010

La era Messi

El mejor jugador visto por los de mi generación

Se discute mucho, cada vez menos, acerca de si Messi está al nivel o es mejor que Pelé o Maradona. Sin embargo, somos muchos los que no estamos en condiciones de responder a esa pregunta. Los que hemos nacido a finales de la década de los 70 y los que nacieron en adelante no vimos jugar a Pelé o Maradona. Sí a Romario, a Laudrup, a Zidane, a Baggio, a Raúl, a Rivaldo, a Ronaldo o a Ronaldinho. Y con cualquiera de ellos ni tan siquiera tiene sentido plantear el debate.
Debutó en Montjuic en la temporada 2004-05 como debutaron tantos otros, sin que se presintiera que ese debut fuera un gran acontecimiento. Comenzó a entrenar con el primer equipo y Rijkaard le daba minutos esporádicamente. En mayo de 2005 contra el Albacete en el Camp Nou fabrica con Ronaldinho el que sería el primero de una infinita lista de goles: Messi para el gaúcho, éste la levanta por encima de la defensa para Messi y Messi por encima del portero. Aunque no fue protagonista, sumó su primer título, el primero del Barcelona en seis años.
En verano de 2005 hace la pretemporada con el primer equipo, destaca en la gira asiática y, sobre todo, en el Gamper frente a la Juventus. Allí Capello lo definió como un pequeño diablo. Eso era entonces: un extremo hábil y rápido que salía con facilidad de situaciones complicadas pero al que le costaba asociarse con sus compañeros. Por aquella época Radomir Antic decía que Giuly aportaba más al juego del Barça porque la pedía al espacio y Johan Cruyff que nunca triunfaría en porque era muy individualista.
Pero poco a poco se iba haciendo con un hueco en el equipo, alternando con Giuly y hacía sus primeros goles. Y un buen día se dió a conocer en Europa. Fue a finales de febrero de 2006 en Stamford Bridge, en la ida de los octavos de final. Fue el protagonista del partido, desquició a Del Horno y provocó su expulsión. Mourinho dijo que en Barcelona había teatro del bueno. E iba a ser mejor.
Todo se torció de repente. Una lesión le impidió participar en el tramo final de la liga y en las eliminatorias contra Benfica y Milan, así como en la final de París. Dos títulos más que él no terminaba de sentir como suyos. Se recuperó a tiempo para el Mundial de Alemania donde no dispuso de minutos y apenas brilló. Comenzaba a descubrir la cara negativa del fútbol.
En la temporada 2006-07 su juego seguía evolucionando, pero las malas noticias superaron a las buenas. Sus cifras goleadoras mejoran, marca su primer hat-trick, nada menos que contra el Real Madrid, pero el Barça no gana nada y en partidos claves no es protagonista, especialmente en la eliminatoria contra el Liverpool, dónde Arbeloa le seca.
La siguiente temporada es todavía peor. Aunque sus números siguen mejorando y deja momentos inolvidables como el gol al Getafe, todo ello coincide con una pésima temporada del Barça y en lo personal se lesiona dos veces, ante el Valencia en diciembre y ante el Celtic en marzo. Da la impresión que su evolución se estanca, de que es un jugador frágil, que va a pasar a engrosar la lista de falsos herederos de Maradona y habrá que guardarlo en el mismo armario que Aimar, Ortega, Saviola y tantos otros, de que las predicciones de Cruyff van camino de hacerse realidad...
... y en su camino se cruza Guardiola. El Barça mejora hasta alcanzar el cetro mundial y el crecimiento del rosarino es exponencial. Cambian las compañías y las costumbres, la alimentación mejora y las lesiones desaparecen. Deja de ser sólo un hábil y rápido extremo para aparecer por otras zonas del campo y asociarse cada vez mejor con sus compañeros. No sólo es peligroso en lo individual, aprende a pedirla al espacio y sus pases interiores son un motivo más de amenaza. Un buen día descubrimos que ha aprendido a tirar faltas, no sabemos quién le enseño ni cuando, pero su repertorio sigue aumentando. Por necesidades del guión se ve obligado a actuar de falso nueve, y descubrimos que en el área sabe antiparse, tiene instinto, huele donde caen los rechazos y define con tranquilidad. A Guardiola se le ocurre decir un día que es un buen rematador de cabeza, la gente ríe y en la final de Champions marca de cabeza colándose entre Ferdinand y Vidic. Gana de nuevo Liga y Champions, también la Copa, siendo decisivo en todos ellos. Ahora sí siente esos triunfos como suyos. Parecía haber alcanzado su mejor nivel. Pero el Barça por momentos se vuelve previsible y Pep retoca el sistema: Messi al centro. Su nueva posición como clásico enganche provoca un nuevo salto de calidad. ¿Será el último?
El fútbol son highlights, momentos estelares, y Messi los colecciona: hat-trick al Madrid, hat-tricks contra Zaragoza, Atlético y Valencia, póker al Arsenal, gol maradoniano al Getafe, protagonista en el 2-6, líder en la final de Copa, cabezazo en la final de Champions, 25 goles en Liga de Campeones, más de 100 goles como barcelonista, slaloms gigantes...
Atrás ha quedado ese hábil y pequeño extremo para dar lugar a un jugador total: regatea como Maradona, pasa como Laudrup y define como Romario. Eso sí, no sabemos la marca de calzoncillos que usa. Ni falta que hace.

miércoles, 7 de abril de 2010

Todos para Él

Gran trabajo de todo el Barça rematado por su estrella

Pese a que Messi sale últimamente a tres recitales por mes, no voy a escribir de él por dos motivos: primero, porque es obvio; y segundo, porque los críticos con el Barça aducen con motivo de los recitales del argentino que el Barça es sólo él. Perdón, sólo Él.
Nada más lejos de la realidad. Es cierto que Messi es la guinda del equipo, que le proporciona brillantez y pegada. Pero ayer, como otros días el Barça fue más:
Gran trabajo de los dos centrales. En la previa dudaba de Márquez, lo reconozco. Nos dejó mal a los escécpticos y formó una sensacional pareja con Milito. Es cierto que Márquez rompe el fuera de juego en la jugada del gol del Arsenal, pero la jugada es un contraataque, Milito está fuera de la jugada y no pudo hacer más. Milito estuvo de nuevo imponente, es el que fue. ¿Seguirá Valdano ufanándose de no haberlo fichado? Aparte de la jugada del gol y un tiro lejano de Rosicky, no concedieron más ocasiones.
Pedro y Bojan trabajan para que Messi brille. No fue su mejor día en ataque, pero que trabajo hicieron Bojan y sobre todo Pedro. No sé cuantos kilómetros recorrió, pero ¡a qué velocidad lo hizo! En más de una ocasión, incluso cubrió las espaldas de Alves.
El centro del campo marca el ritmo. El Arsenal dificultó la creación con constantes faltas al comienzo del partido, lo cual dificultó la circulación. Con Xavi muy marcado, se multiplicó el "viejo" Busquets (gran descripción de Carrasco). No se cometieron errores en el pase, lo cual no dió apenes opciones de contraataque al Arsenal con excepción del gol. Marcaron el tiempo del partido y aceleraron cuando tocaba, después del gol de Bendtner. No son sólo brillantes, trabajan como los que más.
Laterales a su mejor nivel. Lástima la lesión de Abidal, que secó a Walcott, salvo en gol donde le pilló a contrapié. En ataque también apareció, al igual que en liga contra el Athletic, en la jugada del segundo gol. Le sustituyó Maxwell, que mantuvo el nivel. La baja de Abidal es un problema, el consuelo es que en los próximo partidos no habrá Walcotts, por lo que Maxwell debe cumplir. Alves, en su línea. Formaba una gran pareja con Messi y ahora lo hace con Pedro.
Guardiola cambia a mejor. Guardiola hizo del Barça y de Messi los mejores del mundo con el argentino jugando en la izquierda. Este año ha conseguido que el Barça mantenga la línea y que Messi sea a un mejor cambiándole de posición. Si consiguió ser el mejor jugando de extremo, se supera a sí mismo jugando de media punta. Desde que juega ahí colecciona hat-tricks y los delanteros centros, Ibra o Bojan se benefician de su presencia porque los centrales ya no sólo tienen una preocupación.
Y todo lo anterior sin Piqué, sin Puyol, sin Iniesta, sin Ibra...
Una pregunta para acabar: si a mí como culé me imponen respeto Cristiano o Rooney ¿qué pensaran los aficionados del resto de equipos de Messi?

lunes, 5 de abril de 2010

Coste de oportunidad

El calendario penaliza la ambición

El coste de oportunidad se define en economía como aquello a lo que un agente económico renuncia cuando toma una decisión. Por ejemplo, si tenemos un dinero para invertir y dudamos entre montar un bar o invertirlo en letras del tesoro, y finalmente montamos un bar, entonces el coste de oportunidad es el dinero que dejamos de ganar por no haber invertido en letras del tesoro. En fútbol, intentar llegar lejos en una competión supone que el rendimiento en las otras se ve inevitablemente afectado.
Inter, Barça, Manchester United, Bayern, Girondins o Arsenal son líderes o colíderes de sus respectivas ligas, las más competitivas de Europa y del mundo. Pero se encuentran con que, para ganarlas, han de competir con equipos que juegan solamente una vez por semana. Por si esto fuera poco, abundan en estas fechas los enfrentamientos directos en la lucha por las competiciones nacionales: Manchester-Chelsea, Real Madrid-Barça o Roma-Inter.
La acumulación de partidos por parte de los que siguen vivos en Europa da clara ventaja a sus competidores. Un partido de Champions entre semana afecta al partido anterior de liga, dónde se guardan jugadores, y al posterior, debido al cansancio. Esto es algo que se sabe y se acepta, no hay solución. Pero no sería descabellado plantearse que los choques que se prevén decisivos en la lucha por el título de Liga se disputasen en fechas no coincidentes con el tramo final de la Liga de Campeones. Por ejemplo, en enero o febrero. Y en los años en que no hay Mundial o Eurocopa, en el mes de junio.
El Barcelona ya tuvo que afrontar el enfrentamiento decisivo de la Liga 2008-09 en medio de su durísima eliminatoria ante el Chelsea y este año lo hará tras enfrentarse al Arsenal. Su rival, en cambio, llegó y llegará fresco a ambas citas. Además, ha tenido que afrontar una eliminatoria de Copa más y el Mundial de Clubes. Llegará al clásico habiendo jugado 6 miércoles más que su rival, lo cual habrá incidido en su rendimiento en 12 partidos de Liga. Como detalle adicional, el partido se juega en sábado y no en domingo, de manera que el Barça tendrá 3 días para preparar el partido por 5 de su rival. ¿Se entiende por qué dice Guardiola que la puntuación del Barça tiene más mérito?

Vuelta abierta

Las bajas en ambos equipos, y previsibles cambios tácticos en el Arsenal, hacen preveer un partido muy distinto al de ida

22 remates realizados por 6 recibidos. Más de un 65 % de posesión. Resulta difícil de explicar que con esos números el Barcelonano sentenciase la eliminatoria en el Emirates. Pero no lo hizo y deberá esperar al Nou Camp para certicar el pase. Con todo, un empate a goles fuera de casa es un buen resultado. Contando los 8 partidos de ida de octavos y los 4 de cuartos, sólo un equipo obtuvo un resultado como visitante en la ida mejor que el que consiguió el Barça en el Emirates. Fue el Girondins en octavos en Atenas ante el Olympiacos, dónde ganó 0-1.
Pero más allá del resultado, lo importante del partido de ida fueron las sensaciones. Dice Guardiola que fue la primera parte del Barça en Europa desde que el lo entrena. Vuelve a tener razón. La mejor primera parte de su equipo y de cualquier equipo visitante en un partido serio de Champions en los últimos años. El centro del campo azulgrana se impuso al de los gunners, destacando por encima del resto Busquets. Paradojas del fútbol: un error del de Badía, el mejor sobre el cesped de los azulgrana, metió de nuevo a los londinenses en la eliminatoria. Quién piense que el Barça no es el mismo del año pasado que repase los partidos contra el Inter o el Stuttgart en el Nou Camp o el del Emirates. Lo que consiga a final de temporada nadie lo sabe, pero el estilo es el mismo. Y también la ambición. Porque sin ambición es imposible tener a uno de los mejores equipos de la Premier sin poder salir apenas de su campo durante prácticamente una hora.
Queda la vuelta. Difícilmente se verá un partido semejante al ida, por muchos motivos:
El Barça perdió en la ida a su pareja de centrales titular. Milito ocupará el lugar de Puyol y Guardiola dijo en rueda de prensa que Márquez ocuparía el de Piqué. Supongo que si lo dijo lo hará, pero muchos preferimos la opción Touré. También es probable que vuelva Abidal para frenar a Walcott. No hay nada que recriminar a Maxwell por su actuación en la ida: un velocista inglés que acababa de entrar el campo le ganó una carrera en el minuto 70. ¿A quién no se la hubiera ganado?
Otro que se lo perderá es Ibra. Ya escribí después del partido con el Osasuna un post en el que mostraba como sus números eran muy parecidos a los de Cristiano y superiores a los de Etoo. Hoy son aún mejores. Sigue apareciendo en citas importantes y, sobre todo, sigue abriendo los partidos. Parecía haber ganado con la presencia de Messi por el centro ya que los centrales ya no sólo se tenían que preocupar del sueco, al tener además la amenaza de Messi. Su baja es muy importante, aunque si juega Sol Campbell, la rapidez de Bojan puede ser un punto a favor.
El Arsenal también será distinto. Seguro es que no estarán Cesc y Gallas. La perdida futbolística del Arsenal con estas dos bajas es notable. La pérdida en cuanto a carácter y liderazgo tiene aún más importancia: son sus dos capitanes. Y la capitanía en un equipo inglés no es asunto trivial. También es más que probable la ausencia de Arschavin, que tiene en Walcott a su sustituto natural, sin descartar a Eboué. Pero no sólo cambiaran los nombres en el Arsenal: es seguro que Wenger propondrá un partido como el de la ida. Algo tramará. Es fácil que se ve un equipo más parecido al Chelsea que al Arsenal. Probablemente cederá el balón el Barça, después de comprobar en la ida que no se lo puede quitar, pero le cerrará los espacios.
Nada nuevo, ha sido la constante de los visitantes en el Nou Camp esta temporada: línea de cuatro bastante retrasada, trivote por delante y los dos extremos prácticamente de segundos laterales. A intentar llegar al minuto 60-70 con opciones y a partir de ahí se verá.