El Inter impuso su estilo y fue justo vencedor
Fué una lucha de estilos. Al fútbol se puede jugar de muchas formas, todas lícitas si no llevan aparejadas el uso de la violencia. El Barça intentó imponer su fútbol de toque y asociación. El Inter jugó a aprovechar los errores del rival, aprovechando las pérdidas para generar ataques rápidos y evitando así la presión del Barça. Se enfrentaba dos grandísimos equipos y sólo uno podía ganr. El estilo de los italianos se impuso y por eso ganaron el partido.
¿Causas? El Barcelona tuvo la posesión, como era de esperar, pero la velocidad a la que lo hizo circular fue lenta. Lentísima. Guardiola se desgañitó pidiendo a sus jugadores una circulación más rápida, pero éstos insistieron en trasladarlo. Y por encima de todos, Messi. Una conducción excesiva suya provocó una pérdida de balón que dio lugar al gol de Maicon. Tampoco Alves tuvo su mejor noche, empeñado en no centrar a la primera y no devolver el
balón atrás para seguir jugando cuando llegaba cerca del área, de manera que todos sus centros fueron balones bombeados con escasa fuerza que Lucio y Samuel rechazaban sin dificultad. Sin embargo, sospecho que la mayor parte de las críticas serán para Ibra. ¿Por qué? Porque, como en el resto de facetas de la vida, lo fácil es echarle la culpa al nuevo, al diferente. Para mí no jugó mal, ni bien, y no es culpa suya que no le llegaran balones.
El Inter, que pareció apático al inicio del partido, se metió en el mismo tras el gol de Pedro. Cada recuperación iba seguida de un rápido pase a la espalda de la defensa azulgrana con Schneider como lanzador estrella. Con esto se cumplían dos objetivos: no se daba opción al Barcelona a presionar en el centro del campo ni a colocarse y, por supuesto, se ganaban muchos metros. Encomiable el trabajo de Milito tirando desmarques y el de Etoo y Pandev echando una mano atrás.
El Inter lo hizo mejor, es cierto, pero no convendría tampoco sacar de este partido conclusiones grandilocuentes como que el fútbol de toque está reñido con el resultado y que jugar partiendo de la premisa de tratar bien el balón carece de utilidad. Pero también juegan así Liverpool, Chelsea, Juve y tantos otros que no han llegado tan lejos.
Echa mano la prensa deportiva de hoy del árbitro para explicar parte de la derrota. No estoy de acuerdo. Para mí sus principales errores los cometió a la hora de mostrar tarjetas: las tarjetas a Busquets, Puyol y Piqué son injustas y perdonó alguna al Inter: por ejemplo, a
Maicon por una entrada sobre Pedro. Pero estas tarjetas no conllevaron expulsiones por lo que su importancia no fue decisiva. En cuanto al gol de Milito, es cierto que es fuera de juego, pero no es menos cierto que la jugada es rapidísima y el fuera de juego es por 30 o 40 centímetros, no es fácil de ver. Y respecto al penalti de Alves, la opinión unánime es que debió ser señalado. A mí me dio esa impresión en directo, pero viendo la repetición pienso sinceramente que Alves se tira. Así lo vi.
Queda la vuelta. Mal haría el Barça en empezar a buscar excusas en vez de buscar soluciones.