
El Barça basa su juego en la elaboración, el toque, en largos ataques que pueden durar minutos hasta que se encuentra un hueco. Y si no hay hueco se vuelve a empezar, apoyándose en el portero si es necesario. Todo antes que quitarse el balón de encima o arriesgarlo si no es cerca del área contraria. Apenas tira de fuera, como si eso fuera deshonroso. Presiona arriba y coloca la línea siempre muy adelantada, tanto en juego como en balones parados. Todo de manual.
El Madrid juega y gana porque sí. Apenas elabora, busca el pase definitivo a la mínima oportunidad. Si el balón está más allá de la linea de medios del rival y está en posesión de un jugador que no es de gran talento, inmediatamente lo pone en el área. Si está en manos de un jugador de talento, busca definir cuanto antes, mediante jugada individual y tiro si es Higuaín, Cristiano o Benzemá o arriesgando con un pase vertical si se trata de Guti o Kaká. No le importa verse dominado para así salir a la contra y tira de fuera con frecuencia. No le importa perder el balón.
¿Qué es mejor? Lo ideal sería una combinación. La elaboración del Barça con la pegada del Madrid. ¿Qué gusta más? Decía Pellegrini que al Madrid le pitarían en el Bernabéu si jugase como el Barça. Tenía razón. Y al Barça le pitarían en el Camp Nou si jugase como el Madrid. El Madrid juega como le gusta a sus aficionados, y el Barça como le gusta a los suyos. Y ambos tiene motivos para estar Todos contentos.