miércoles, 27 de octubre de 2010

¿Buen trabajo?

Pese a los títulos, los números de Quique en el Atlético no son dignos de un equipo grande
Quique Sánchez Flores llegó al Atlético de Madrid el 24 de octubre de 2009. Un año y dos títulos después se ha ganado el cariño de los atléticos, que han vuelto a conocer el sabor del triunfo 14 años después, y el mayoritario favor de la crítica. Aparte de los títulos, cuyo valor es indiscutible, se le reconoce que ha logrado dotar de seriedad al equipo, que ha recuperado para la causa a jugadores como Reyes, Ujfalusi o Perea, que bajo su dirección Domínguez se ha consolidado en la élite, que hizo debutar a De Gea y, por qué no, que fue el único que puedo derrotar al Barça el año pasado en Liga. Tras sus buenas temporadas con Getafe, Valencia y Benfica, su prestigio parece crecer día a día en el Atlético.
Sin embargo, analizando friamente los números de Quique como entrenador del Atlético de Madrid, se encuentran razones para afirmar que los frutos de su trabajo no son tan brillantes como habitualmente se presentan. Del análisis del año de Quique como entrenador se pueden extraer las siguientes conclusiones:
1. Con Quique como entrenador el Atlético disputó 30 partidos de Liga la pasada temporada, ganando 12 de ellos, empatando 4 y perdiendo 14. En los 8 partidos de esta temporada ha cosechado 4 victorias, 1 empate y 3 derrotas. En total, ha disputado 38 partidos, el equivalente a una Liga, ganando 16, empatando 5 y perdiendo 17. Es decir, el Atlético con Quique ha perdido en Liga más partidos de los que ha ganado. En los 38 partidos ha sumado 53 puntos lo que, deser una temporada completa, sería claramente insuficiente para ir a Europa. Manzano consiguión 55 puntos en la temporada que dirigió al Atlético y Aguirre consiguió puntuaciones de 60 y 64 puntos. Sin embargo, la crítica fue mucho más dura con ellos que con Quique, aún presentando mejores números.
2. El Atlético encajó en los 30 partidos de Liga dirigidos por Quique la pasada temporada 43 goles. En los 8 disputados en la actual lleva encajados 9. Es decir, en 38 partidos ha encajado 52 goles (1,36 goles por partido). Es un dato que siendo benévolo puede calificarse, como mucho,de aceptable.
3. El Atlético de Madrid fue campeón de la Europa League, competición en la que disputó 9 partidos. De los cuáles, sólo fue capaz de ganar en los 90 minutos de tiempo reglamentario 2. Si contamos la final, ganada en la prorroga, el número de partidos ganados sería de 3. Antes, en Liga de Campeones, había empatado 2 partidos y perdido 1. Este año va por el mismo camino: de tres partidos jugados en la Europa League sólo ha ganado 1, empatando otro y perdiendo el tercero. Balance en Europa: 4 victorias en 15 partidos.
4. En Copa del Rey, tras ganar sin dificultades al Marbella, hizo el ridículo con el Recreativo en la ida para remontar en la vuelta, y ganó al Celta en Balaídos tras se bailado por los celestes en el partido de ida en el Calderón. En semifinales ganó al Racing, sentenciando en el partido de ida y en la final de Barcelona perdió con el sevilla. De 9 partidos ganó 5, pero contra equipos de primera sólamente ganó 1 partido de 3.
5. En total, de los 63 partidos disputados por el Atlético bajo la dirección de Quique ha ganado 26 (el 41 %), ha empatado 16 (el 25 %) y ha perdido 21 (el 33 %). Ha dejado de ganar el 60 por ciento de los partidos disputados, lo que no es ni tan siquiera aceptables en un equipo que se presume grande, y ha de serlo.
6. De la mano de Quique es cierto que el Atlético ha ganado a Barça e Inter. Sin embargo, y también bajo su dirección, ha perdido tres veces de cuatro con el Sevilla, tres veces de tres ante el Villareal, otras dos veces en dos partidos ante el Real Madrid, fué vapuleado en Mallorca o Cornellá, ha ganado un partido de cuatro al Valencia... Balance inaceptable para un equipo grande.
7. Es cierto que Quique ha ganado dos títulos y ha alcanzado otra final, pero si el evidente penalti a Zigic en los cuartos de final de la Europa league hubiera sido pitado o Mateu Lahoz no se hubiera equivocado tanto en las semifinales de Copa, es probable que la historia se hubiese escrito de otra forma.
Los títulos están muy bien y han devuelto la alegría y la autoestima a la afición atlética, pero el análisis de la trayectoria rojiblanca en el último año no invita al optimismo. Desde luego, si los números que consiga Quique en el resto de la temporada son semejantes a los que ha obtenido hasta ahora en su etapa como entrenador colchonero, será casi imposible que Neptuno sea de nuevo visitado en un futuro próximo y muy difícil que el Atlético juegue la temporada próxima en Europa. No digo con esto que Quique no sea un buen entrenador. Es más, pienso lo contrario. Pero otros, con mejores números y menos mimbres, fueron duramente criticados. Algo no cuadra.