La llegada de Cesc no debería suponer la salida del marfileño, ni la de Villa la del sueco
El Barcelona y el Valencia han anunciado esta mañana el traspaso de Villa al Barça, y todo hace indicar que el próximo en vestirse de azulgrana será Cesc Fábregas. El coste de las dos operaciones estará entre los 80 y los 90 millones de euros. Ninguno de los dos fichajes parece discutible.
En el caso de Villa, es uno de los pocos jugadores que asegura rendimiento y goles desde el primer día. Y eso se paga.
En el caso de Cesc, la inversión merece la pena. Es un jugador al que todavía le quedan diez años de fútbol por delante y su estilo es el del Barça. Es cierto que su posición es la de Xavi, Iniesta o Keita, pero con 60 partidos hay minutos de sobra para todos. Además, por desgracia, Xavi no será eterno.
Sin embargo, desde muchos medios se indica que la llegada de Cesc y Villa supondrá la salida de Touré y Villa. No puedo estar más en desacuerdo. Villa viene por Henry, al cuál bien es cierto que se le daba casi por descontado dada su nula participación este año, no por Ibra. Son jugadores completamente distintos, incluso complementarios. Villa puede arrancar por la izquierda al estilo de Henry en sus buenos años o de Etoo en algún momento de la temporada anterior. De hecho, en algunos partidos con la selección ya lo hizo. Por ejemplo, en el 5-0 a Bélgica, jugando Torres como delantero. Guardiola insistió mucho desde su llegada al Barça en la necesidad de contar con un delantero grande que supiera jugar de espaldas, para que el equipo pudiera intercalar algún balón largo entre su juego de toque. Sonaron Berbatov, Adebayor e incluso Luca Toni. Ahora tiene ese delantero, y no creo que le quiera dejar escapar. Hay otro factor que juega a favor de Ibra: no disputará el Mundial, por lo que podrá hacer la pretemporada, hecho este determinante en el estado de forma de un jugador de su corpulencia.
Respecto a Touré, creo que es un jugador imprescindible para el Barça. No encontrará otro como él porque no lo hay. Puede jugar a gran nivel de medio centro, de centrocampista ofensivo y de central. Equilibra una plantilla él solo. Parece que Márquez saldrá, con lo que Guardiola contará con cuatro centrales: Piqué, Puyol, Milito y Chygrynskiy. Mientras no haya un sustituto para Alves, Puyol deberá ocupar en ocasiones el puesto de lateral derecho, con lo que cualquier lesión en zona defensiva podría suponer un problemas. Touré resuelve ese problema. Y en el puesto de medio centro es muy arriesgado contar sólo con Busquets. Si no hay lesiones puede no haber problemas, pero nadie garantiza que no las haya. Además, no tener competencia podría hacer que el rendimiento de Sergio disminuyese.
Los fichajes de Villa y Cesc dan un salto de calidad y cantidad a la plantilla azulgrana, pero si Ibra y Touré salen no habría ningún salto, sólo un cambio de cromos.