El Valladolid puede dar la vuelta este suspenso en apenas cuatro días
A los que hace más de una década que cursaron sus estudios universitarios les sonará la expresión suspenso compensable. Se aplicaba cuando en el primer examen de una asignatura anual el alumno obtenía una nota entre 4 y 5, lo cuál suponía que esa parte de la asignatura de momento estaba suspensa, pero obteniendo una buena calificación en el segundo examen se consideraría finalmente aprobada.
Esa es la calificación que le otorgaría yo a la temporada que viene realizando de momento el Real Valladolid. Tras ocho partidos de Liga y dos de Copa las luces se mezclan con las sombras. Buenos momentos como los dos partidos ante el Nástic (penúltimo de la clasificación), la segunda parte ante el Elche y, dadas las circunstancias, la segunda parte ante el Recreativo, conviven con otros de los que no cabe enorgullecerse: la primera parte ante Córdoba o Murcia, la segunda de Girona o el partido de Copa en Vigo, que por más que lo disputasen los suplentes no deja de suponer un baldón para toda la familia blaquivioleta. Y entre medias, muchos momentos dignos que no llegan a ser buenos del todo.
La puntuación obtenida cuadra con la valoración anterior: 13 puntos en 8 jornadas. Siguiendo con esta progresión el equipo vallisoletano alcanzaría a final de temporada de 68 ó 69 puntos, suficiente en principio para alcanzar la lotería del play-off, pero a todas luces insuficiente para estar luchando por el ascenso directo que, a mi modesto entender, debería ser objetivo de los blaquivioletas: luchar por el ascenso, no necesariamente ascender.
Este suspenso momentáneo puede compensarse en apenas cuatro días: los que van del sábado 22 al martes 25 de octubre en los cuales en conjunto de Djukic se enfrentará a Numancia y Alcoyano, decimosexto y decimocuarto de la clasificación, respectivamente, en partidos a priori propicios para sumar de tres en tres. Ganando estos dos partidos el Real Valladolid alcanzaría la cifra de 19 puntos en 10 jornadas, los cuales, proyectados a 42 jornadas, supondrían un botín final de 79 - 80 puntos, suficientes en principio para conseguir el ascenso directo o, al menos, estar muy cerca de él. Y dos partidos también importantes para confirmar las buenas sensaciones vividas el partido ante el Elche y en la última salida a Huelva. Ojalá sea así.