lunes, 8 de noviembre de 2010

Extraños caminos hacia la élite

Vilas Boas es el técnico de moda en Europa y Hulk uno de los delanteros más codiciados. Comparten equipo y una trayectoria poco común

Dos delanteros han sido los grandes protagonistas del fútbol europeo este fin de semana. Por un lado Fernando Torres, que con sus dos goles le dio una inesperada victoria al Liverpool frente al hasta ahora intratable Chelsea y por el otro, Hulk, el delantero brasileño de 24 años del Oporto, que destrozó al Benfica con su brutal tal actuación y que mostró las carencias de David Luiz como lateral. Jorge Jesús intentó frenar al brasileño desplazando a David Luiz a la banda para que Sidnei hiciese pareja con Luisao en el centro. Coentrao se posicionó como interior para ayudar a David Luiz en la difícil tarea de frenar al brasileño y el invento no pudo salir. En honor a la verdad, Hulk hubiera destrozado ayer a cualquier lateral del mundo: abrió la victoria con un desborde espectacular sobre David Luiz que culminó Varela y la cerró con dos goles, uno de penalti y el otro de un zurdazo marca de la casa tras un también tradicional slalom desde la banda derecha hacia el centro.
La historia futbolística de Hulk es curiosa: sus primeros pasos futbolísticos los dio en el Vitoria de Bahía brasileño cuando aún era menor de edad. Sin haber tenido casi tiempo para destacar en Brasil el Kawasaki Frontale, de la primera división japonesa se hizo con sus servicios. Apenas disputó una docena de partidos en su primera temporada en Japón y en las dos siguientes fue cedido al Consodale Sapporo y al Tokio Verdy de la segunda división. En los 80 partidos que disputó en esas dos temporadas marcó más de sesenta goles. Sin embargo, en el Kawasaki siguieron sin contar con el y volvieron a cederle a Tokio Verdy, ya en la primera categoría japonesa, dónde siguió engordando sus cifras goleadoras. En total, tres años en Japón, la mayor parte de ellos en la segunda división del país asiático.
Sorprendentemente, el Oporto pagó en el verano de 2008 más de 5 millones de euros por su traspaso tras haber sido ofrecido también a otros clubes portugueses. Pocos entendieron al principio este fichaje y los comienzos en el fútbol luso no fueron fáciles: Lisandro López era el delantero centro titular y Hulk se tuvo que adaptar a jugar en la banda. Le costó, pero se hizo con un puesto en el once, formando delantera con el propio Lisandro y con Cristian Rodríguez. Sus cifras goleadoras en su primer año en Oporto fueron discretas: 9 goles en 43 partidos.
Al año siguiente Lisandro es traspasado y llega a Oporto procedente de River Plate Radamel Falcao. Hulk comienza mejor la temporada que el año anterior, sus registros goleadores son mejores y en octubre de 2009 Dunga le hace debutar con Brasil. Cuando parece definitivamente instalado en la élite, sucede algo inesperado: el 20 de diciembre agrede a un comisario de seguridad al finalizar un partido de liga contra el Benfica y es sancionado con seis meses de suspensión. No podría jugar ni la Liga ni la Copa de Portugal en lo que quedaba de temporada. Finalmente, en marzo se le rebaja la sanción y puede volver a jugar en el tramo final de la temporada, pero ese parón de tres meses le cuesta el Mundial y probablemente, aborta un traspaso a un grande del fútbol europeo. Muchos directores técnicos se arrepentiran hoy de no haber apostado por Hulk el pasado verano: hoy lleva 10 goles en 9 partidos de liga con el Oporto y ha sido nombrado mejor jugador de la Ligra Sagres en septiembre y octubre. En noviembre, tras lo visto ayer, no será difícil que repita premio.
Pero si extraño ha sido el camino recorrido por Hulk para llegar a la élite no lo ha sido menos el de su actual entrenador: André Vilas Boas. Perteneciente a una familia de clase alta, hijo de un portugués y una inglesa, dominaba el inglés y el fútbol era su pasión. Su familia residía cerca del lugar donde tenía su domicilio Bobby Robson en su época de entranador del Oporto y André, con diecisiete años, se puso en contacto con el inglés para mostrarle su opinión acerca del delantero Domingos Paciencia (hoy técnico del Sporting de Braga). Robson quedó encantado con sus consejos y le recomendó hacer el curso de entrenador. En Portugal no podía, pues no había cumplido la mayoría de edad. En Inglaterra tampoco podía, pero Robson tiró de contactos y Vilas Boas pudo hacer el curso de entrenador en Inglaterra. Cumplido el trámite burocrático entró a formar parte del equipo de colaboradores de Robson y a entrenar a equipos de las categorías inferiores delOporto. Así conoció a otro hombre clave en su carrera: José Mourinho.
Gracias a sus contactos británicos, en el año 2000 es nombrado director de desarrollo de jóvenes promesas de la selección de las Islas Vírgenes y entrenador del equipo nacional caribeño. Dura menos de un año en el cargo y es despedido por sus malos resultados, volviendo a trabajar en las categorías inferiores del Oporto. Cuanto Mourinho llega al Oporto, recruta a Vilas Boas para que realice el scouting de los rivales y de las posibles incorporaciones. Su labor no se limitaba a ver vídeos y sacar conclusiones: aprovechaba su anonimato para presentarse en los entrenamientos de los rivales, llegando a ver hasta cuatro y cinco entrenamientos semanales y pasándole luego la información a Mourinho.
El hoy entrenador del Real Madrid valora tanto su labor que se lo lleva con él a Londres y posteriormente a Milán. En el Inter trabaja con Mourinho poco más de un año, hasta que a finales de octubre de 2009 el Académica de Coimbra, entonces último clasificado de la Liga Sagres, le da la oportunidad de entrenar en primera división. Suena como futurible del Sporting de Lisboa, salva cómodamente al Académica y en junio es nombrado técnico del Oporto en sustitución de Jesualdo Ferreira. Hoy tiene a los dragones líderes de la Liga Sagres con 10 puntos de ventaja en la jornada 10 tras vencer 5-0 al Benfica y líderes de su grupo en la Europa League. Ya le llaman el nuevo Mou y pronto le veremos en una de las grandes ligas.